En su debut por la Copa Argentina, acaba de golear 3 a 0 a Sarmiento y en la última fecha de la Liga, le metió 4 a Gimnasia y Esgrima de La Plata. Es el equipo menos batido y el único puntero de la liga de los campeones del mundo. Con aire renovado, su técnico Rubén Insúa aviso: “todos los torneos tienen la misma prioridad”. San Lorenzo busca recuperarse y volver a ponerse a la altura de su historia de grandeza.
Con cada victoria, los hinchas del Ciclón ven cada vez más lejos los turbulentos días de derrotas y desequilibrio económico e institucional por los que atravesó el club. El regreso de un ídolo azulgrana como Rubén Insta a mitad de 2022, marcó el inicio del camino para alcanzar el buen presente y permitió que las aguas comiencen a calmarse.
Con un osado 3-4-3 que fue adaptándose en lo que va del torneo, el “Gallego” Insúa propone un equipo aguerrido y determinado, pero sobre todo, muy difícil de batir. De hecho, en los 11 partidos oficiales del año, sólo le convirtieron 3 goles, 2 en el mismo partido ante Lanús, que también tiene un buen comienzo de torneo. El otro gol se lo hizo su clásico rival, Huracán de Parque Patricios, a quien, paradójicamente, podría cruzar por primera vez en la historia, en un torneo internacional, en la copa Sudamericana.
El clásico que terminó en empate en 1 en la fecha 6, puso en la lupa de todos al hombre por quien Insúa apostó en este torneo, para que lleve la cinta de capitán: Jalil Elias. Es que el versátil mediocampista, que pasa por un gran momento, fue el artífice del empate que salvó el honor, generando las condiciones necesarias para llegar al gran presente de San Lorenzo.
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Además de capitán, Jalil es un hombre clave por rendimiento (7,26 promedio en lo que va del año) y balance. Pero también es una buena muestra de la recuperación que generó el DT en todo el plantel.
Cuando llegó Insúa a San Lorenzo, Jalil apenas si jugaba. Trabajo y esfuerzo mediante, pero sobre todo con mucho cambio de mentalidad que propició el DT, Jalil supo hacerse de un lugar en el equipo titular e incluso imponerse a Federico Gattoni, quien hasta hace no mucho era el capitán de los cuervos.
Y es que Insúa conoce como pocos al club oriundo de Boedo. Confeso hincha del ciclón, fue jugador destacado en la década del 80 y técnico campeón en 2002 de la Copa Sudamericana. Este regreso tras 20 años, genera la sensación de que todo vuelve a su lugar para los hinchas de San Lorenzo.
Con mentalidad, trabajo y determinación, el equipo no sólo es puntero absoluto en el Torneo de la Liga Profesional argentina, sino que además tiene -junto con River Plate- el mejor balance positivo de goles (+7). De hecho, el equipo se volvió imbatible de local en el Pedro Bidegain, probablemente también por el gran apoyo de su hinchada, liderados por La Butteler.
A la férrea defensa, Insúa le antepone un mediocampo con 4 hombres y 3 delanteros, que a veces forman en línea, con dos hombres por afuera y uno como centro delantero, y a veces se convierten en un cuadrangular, sumando un mediocampista como enganche.
Los artífices de los goles cuervos son, sobre todo, 2: Andrés Vombergar, argentino de origen esloveno, es internacional con dicha selección, y lleva marcados 3 goles en el torneo. Su perfil de delantero es similar al de Martín Palermo e ilusiona a los hinchas con sus cabezazos y poderío de ataque.
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El otro goleador cuervo del momento es el paraguayo Adam Bareiro, quien lleva también 3 goles + 1 assist, y tiene un juego menos aéreo y definiciones más espectaculares. De hecho, el fin de semana le hizo un gol de chilena y una ejecución de penal a lo Panenka a Gimnasia y Esgrima de la Plata.
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Los hinchas se ilusionan, el plantel y hasta su técnico ya han dicho que van por todo. Y es que si algo no le falta al equipo del cual es hincha el Papa Francisco es fe. De hecho, y para mostrar su conexión con el sumo pontífice, San Lorenzo luce en su camiseta una insignia para conmemorar los 10 años del pontificado de Jorge Bergoglio.
El 1 de abril próximo, San Lorenzo cumplirá 115 de historia desde que lo fundó el cura salesiano Lorenzo Bartolomé Massa. Nacido en la provincia de Buenos Aires en 1882, era hijo de los italianos Lorenzo Massa y Margarita Scanavino, oriundos de Torino, capital de Piamonte.
El padre Lorenzo se ordenó como cura en 1898, en la congregación salesiana, movimiento fundado por San Juan Bosco. Cuando tenía 25 años, llegó a la parroquia San Antonio, en el barrio de Almagro. Allí, observando la realidad e inquietudes de los chicos, ayudó a organizarlos para armar el club.
Pero además, tiene una historia de grandeza que no sólo lo ubica dentro de los grandes del fútbol argentino, sino que es el 5to con más títulos obtenidos de todos los clubes argentinos, con un total de 22 conquistas, incluida la copa Libertadores de América obtenida en 2014, donde jugaban históricos ídolos como el Pipi Romagnoli, Torrico y Ortigoza, y fueron dirigidos por el Patón Bauza.
Con un presente en crecimiento, un juego que se afianza partido a partido y llenos de ilusión y fe, San Lorenzo deberá defender el liderazgo en la liga de los campeones del mundo el próximo fin de semana. Lo hará el domingo 19 de marzo, de visitante ante Newell´s Old Boys en el estadio Marcelo Bielsa de la ciudad de Rosario.
