Con mística mundialista, Argentina vuelve a estar entre los 4 mejores del planeta

El clásico mundial entre la bicampeona del mundo y los países bajos, no defraudó. El historial era ampliamente favorable a la ex Holanda, pero, a tono con los últimos dos encuentros mundialistas, Argentina se impuso ante los dirigidos por Van Gaal, en un partido de estrategias, definido por la mística copera albiceleste.

La previa había sido muy conversada, no sólo por la instancia del mundial sino por la rivalidad y cierta semejanza de estilos entre ambos países: si bien la Scaloneta había comenzado jugando en Qatar 2022 con 4-3-3, el cambio al 3-5-2 ante México, terminó de definir una nueva forma a la que le supo encontrar más ventajas que deficiencias.

Van Gaal, menos ofensivo que otrora, de igual manera vino jugando 3-5-2. Las formaciones espejos hacían prever que el partido sería de ajedrez: movimiento a movimiento, pase a pase; golpe por golpe.

 

Hasta el minuto 35 del primer tiempo, el partido fue táctico, levemente inclinado hacia Argentina. Si bien Países Bajos tenía más posesión, lo hacía en su campo y casi sin molestar al Dibu Martínez. La Scaloneta, había logrado insinuar más que incomodar.

Pero el tanteador se abrió por una genialidad única, de la que sólo pueden ser artífices los mejores jugadores del mundo: Lio Messi dio una asistencia inmessionante para un optimista Nahuel Molina, quien logó imponerse al zaguero y luego ante el propio Virgil Van Dijk, para puntear la pelota que superó al lungo Noppert y marcó el 1 a 0.

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Argentina lograba destrabar el tanteador, pero continuó jugando como si el partido fuera 0 a 0. Mucho orden, relego del balón al rival y relativa presión en mitad de cancha y en la salida controlada de Países Bajos.

El primer tiempo terminaría con ese tanteador, una pelota en dominio de Países Bajos por 57%, pero 0 tiros al arco, y una Argentina con algo más de 40% de posesión, pero mucho más agresiva que su rival, ocasionando 5 tiros, de los cuales 3 habían ido al arco.

Los libretos del segundo tiempo no fueron muy distintos. La posesión en control de Países Bajos y Argentina buscando los ataques por las bandas, hacerse fuerte en la defensa y buscando los espacios que se abriesen ante el tiki-tiki del mediocampo. La ventaja del tanteador, le daba la tranquilidad para seguir haciendo su juego. Y Países Bajos no lograba tampoco incomodar al Dibu Martínez.

Al minuto 66 salió Rodrigo De Paul e ingresó el experimentado hombre de la Juventus de Italia, el ex Boca Jrs Leandro Paredes; piedra angular de la Scaloneta hasta campeón de América y de la Finalissima; no había tenido muchos minutos de juego en Qatar, pero fue fundamental en la definición del partido de cuartos de final.

Tras su ingreso, Enzo Fernández se colocó más a la ofensiva por la derecha, para combinarse con Nahuel Molina, Messi y Julián Álvarez; y darle más velocidad en búsqueda del segundo gol.

El mismo llegaría al minuto 73, pero por una ofensiva del otro lateral: Marcos Acuña tuvo otro de sus tantos avances, llegó al área y enganchó ante el Denzel Dumfries, quien le cometió falta ocasionando el penal.

En un duelo psicológico, Noppert intentó poner nervioso a Messi quien, con un leve cambio de velocidad, ojos bien atentos y un cambio de palo sutil, venció al portero holandés para marcar el 2 a 0.

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Lio Messi, en su versión maradoneana mundialista, estiraba el tanteador y lideraba a Argentina hacia la semifinal. El partido parecía terminado pero si algo queda claro en este mundial es que los partidos terminan cuando el árbitro marca el final y no antes, ni siquiera en el minuto 90 o 95 del tiempo reglamentario.

Tras el segundo gol, hubo varios cambios: en Argentina, salieron Acuña por Tagliafico y el Cuti Romero por Pezzella. En los Países Bajos, entró Weghorst por Memphis Depay, quien poco había podido hacer. Y el resultado comenzaría a estar menos definido aún.

A medida que se acercaba el final, el partido aumentaba en temperatura y los Países Bajos comenzaban a llenar el área de centros. Como el que en el minuto 82 ejecutó desde la derecha Berghuis y conectó el recientemente ingresado Weghorst, para marcar el descuento con un cabezazo de pique al suelo, imposible para Dibu Martínez.

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Rompiendo todos los manuales, los naranjas avanzaban a fuerza de pelotazos llovidos al área albiceleste, buscando las cabezas de Weghorst y de Luuk de Jong. Y Argentina, sacaba todo pero cada vez estaba más metida en su área.

Cuando el partido llegaba a los 90 minutos, el árbitro adicionó 10 de descuento, marcando un récord incluso para este mundial. Y en la última jugada del partido, cuando la hinchada argentina cantaba y se abrazaba al festejo, vino el segundo sacudón del partido.

Luego de una falta de Pezzella, Países Bajos ejecutó una jugada preparada que, ironías del destino, recordó la que Argentina ejecutó en 1998 ante Inglaterra, a los pies de la Bruja Verón y que el Pupi Zanetti transformó en gol. Koopmeiners simuló pegarle al arco por encima de la barrera, y en su lugar, habilitó corto y por abajo a Weghorst quien logró imponerse a la marca de Lisandro Martínez, para patear y vencer al arquero argentino, con un tiro de rastrón que ingresó firme y lejos del alcance del sorprendido Dibu Martínez.

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El empate sorprendió a todos, pero más golpeó a los jugadores argentinos, que ya se veían semifinalistas. A la Scaloneta le costó todo el primer tiempo suplementario reponerse del empate. Y recién en el segundo, pudo generar algunas opciones de gol: un tiro bajo de Enzo Fernández que dio en el palo derecho de Países Bajos, un córner olímpico de Di María que el atento Noppert evitó, y un disparo fortísimo de Lautaro Martínez que logró desviar con el pecho Virgil Van Dijk; fueron parte del repertorio ofensivo de la repuesta Scaloneta. Pero no fue suficiente.

 

Definición por penales

La mística mundialista argentina aparecería nuevamente en los penales. Como en Italia ´90 frente a Yugoslavia e Italia, con Goycochea; Francia ´98 frente a Inglaterra, con Roa; Brasil 2014 frente a Holanda, con Chiquito Romero; y en la última Copa América 2021 frente a Colombia, con Dibu Martínez; Argentina sacaría a relucir su fortaleza mental, anímica y estudio de rivales, para superar a su contraparte con tiros desde el punto del penal.

En el resumen, Argentina convirtió 4 penales y Países Bajos sólo 3. Pero lo que sucedió fue que ya desde la primera ejecución, Dibu Martínez logró imponerse mentalmente ante los ejecutantes holandeses. Su primera víctima fue el capitán y líder neerlandés: Virgil Van Dijk. Y la siguiente víctima fue el hábil Steven Berghuis.

Con esas dos atajadas del inmenso Dibu Martínez, Argentina corrió con ventaja en toda la serie: Messi, Paredes, Montiel; todos adentro. Enzo Fernández, volvió a dar en el palo. Pero Lautaro Martínez convertiría -finalmente- su primer gol válido en Qatar 2022, para sellar la clasificación a la semifinal.

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El duelo táctico entre el técnico más joven y el más añoso del mundial, lo ganó la albiceleste para reequilibrar el historial entre ambas selecciones. Con una mentalidad ganadora, un orden táctico y paciencia; un Messi líder en versión maradoneana mundialista; un Dibu Martínez a la Goicochea; y mística mundialista para responder en la cancha, las críticas rivales a través de los medios; Argentina vuelve a estar entre los 4 mejores equipos del mundo.

 

La semifinal

Su próximo rival será Croacia, quien viene de dejar fuera de la copa a Brasil, superándolo por penales y con una definición para el infarto.

El historial marca una paridad absoluta entre ambas selecciones: se enfrentaron 5 veces, con 2 victorias para cada lado y 1 empate. En mundiales, lo hicieron en Francia 98 por la zona: Argentina, ya clasificada por haberle ganado a Japón y a Jamaica; venció 1 a 0, con un equipo alternativo y gol de Mauricio Pineda 1 a 0. El otro enfrentamiento fue en Rusia 2018, nuevamente en fase de grupos: en esta oportunidad, Croacia ganó 3 a 0, con goles de Rebic, Modric y Rakitic.

El próximo martes 13 de diciembre a las 16hs de Argentina y 20hs de Italia, Croacia jugará su tercera semifinal en su sexta participación; Argentina, invicta en las semifinales mundialistas, jugará por sexta vez esta instancia: antes lo hizo en Uruguay 1930, Argentina 1978, México 1986, Italia 1990 y Brasil 2014. De las cinco oportunidades, en dos, superó a su rival por penales.