Las crónicas dirán que Qatar 2022 fue la versión más maradoneana de Lio Messi: el mejor jugador del mundo batió récords; gambeteó, apareció en cada partido y lideró al equipo con guapeza hasta la final, marcando 5 goles y dando 4 asistencias de gol.
Pero junto con Messi llegó un equipo sólido, que rompió el maleficio después de 28 años de que Argentina no pudiera consagrarse campeón en la máxima categoría. Le ganó la copa américa a Brasil en el Maracaná y le ganó a Italia -campeón de la Eurocopa- la Finalissima en Wembley.
La experiencia y la autoridad la fue forjando paso a paso, decisión tras decisión que tomó el cuerpo técnico liderado por Scaloni e integrado, además, por Walter Samuel, Pablo Aimar y Roberto Ayala. Dicen también que cuentan con gran apoyo de la dirigencia de la AFA, la asociación del fútbol argentino.
Tal vez por esa conjunción es que la Scaloneta llega a jugar 7 partidos y luchar por el máximo láureo a nivel selecciones que hay en el mundo, y que supo obtener en dos oportunidades. Sería la gloria completa para el mejor del mundo.
La semifinal ganada
El partido con Croacia, que venía de eliminar magra pero válidamente al cuco mundialista de Japón y al pentacampeón de Brasil; ha sido superado por Argentina con menos dificultad que contra Países Bajos.
Cierto es que los actuales subcampeones del mundo habían alcanzado la semifinal habiendo ganado sólo 1 de los 5 partidos previos que habían jugado (4 a 1 contra Canadá en zona de grupos). Pero también es cierto que ostentaba una buena posesión de pelota, uno de los mejores mediocampos del torneo, un arquero que se mostraba casi imbatible, a Luka Modric y nada que perder.
Con un 4-4-2, la Scaloneta insinuó en los primeros momentos del partido pero luego esperó a Croacia, que hacía alarde de su buen manejo de la pelota con su 4-3-3, pero poca profundidad. Como en los 5 partidos previos, fue un equipo que llegaba, pero le costaba mucho definir efectivamente: en total, sumó 54 llegadas y sólo 6 goles, 4 de los cuales fueron en el mismo partido contra Canadá.
A medida que pasaban los minutos, la defensa croata se abría y a la vez que manejaba la pelota, también dejaba espacios, evidenciando mayor atención para atacar que para defender: error. Argentina tocaba y esperaba, a la vez que buscaba no meterse en su área.
En el minuto 31, Julián Álvarez, el mejor socio de Messi en este mundial, se inventó un pase autoejecutado a través del fenomenal Enzo Fernández. Adelantados los defensas croatas, buscó el espacio y comenzó a correr, desde el círculo central de la cancha, con el arquero como único obstáculo hasta llegar al arco.
Enzo Fernández lo habilitó magistralmente y por encima de todos los croatas que ya desde entonces verían sólo el 9 de la camiseta de Álvarez hasta oir el fatal pitazo. Julián se enfrentó al arquero, quien lo embistió mientras el delantero del Manchester City la picaba por encima suyo. La pelota no tuvo la fuerza necesaria y fue rechazada por un defensa rival, pero el árbitro italiano, Daniele Orsato, señaló el punto del penal.
Al minuto 34, el mejor jugador del mundo cambiaría la ejecución por otro récord: con 11 goles, Messi pasó a Batistuta y se convirtió en el mayor goleador de la selección argentina de selecciones. Atrás había quedado, con 9 goles, el más grande de la historia: Diego Maradona.
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Con Croacia golpeada pero buscando el empate, el golpe de KO llegó temprano en el partido al minuto 39. Casi idéntica corrida de Julián Álvarez que en el primer gol, sólo que esta vez, con algunos defensas por delante. Arrancando desde el círculo central y acompañado por De Paul y Molina, el socio de Messi jugó con el pase a ambos, pero ya tenía decidido terminal él mismo la jugada.
Tras sortear varios rebotes débiles de los defensores croatas, arremetió con todo y contra todos para volver a definir suavemente ante la salida del arquero Livakovic, sellando el 2 a 0.
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El premio llegaba rápido y si bien el partido estaba lejos de terminar, se notaba una Argentina aplomada y manejando los tiempos, el ritmo y lo que sucedía en el partido. Croacia no mostraba mayor respuesta. Y así terminó el primer tiempo.
La única duda (y preocupación) era el estado físico de Messi, quien había mostrado sentir dolor en la parte posterior de su pierna izquierda.
Segundo tiempo, baile y clasificación
Pero Messi regresó al campo en el segundo tiempo y el equipo no realizó cambios tácticos ni de jugadores. Croacia, por su parte, movió algunas fichas para intentar llegar más al área de Dibu Martínez, quien hasta el momento había respondido eficazmente y no pasado mayores sobresaltos.
A los tres cambios que realizó Croacia para acercarse con centros al área de Argentina (Orsic, Vlasic y Petkovic, el héroe ante Brasil); la Scaloneta respondió ingresando a Lisandro The Butcher Martínez, para armar su versión 3-5-2 y fortalecer su defensa.
Con Croacia volcado casi desesperadamente al ataque, buscando emular el embate de los últimos minutos de Países Bajos en el partido de 4tos de final contra Argentina; los espacios y las debilidades defensivas se hicieron más evidentes.
Al minuto 68, Messi recibe la pelota sobre el costado derecho del ataque argentino, a la altura de la mitad de cancha. Apretado por la línea del lateral y con uno de los mejores defensores del mundial, el enmascarado Josko Gvardiol, como marca; Lio encaró. Lo gambetó y ya desde entonces el defensor vería el número 10 y nada más.
Como si el partido recién comenzara y no hubiese sentido una molestia; como si fuese aquel joven que irrumpió en el Barcelona para disputarle el puesto y los títulos a todos los poderosos de Europa; Lio encaró a toda velocidad hacia el arco.
Al llegar al área frenó, le dio la espalda al arco y Gvardiol se interpuso entre ambos. Messi amagó que iría hacia el centro del campo, pero en su lugar, giró nuevamente hacia la raya del fondo de la cancha. Gvardiol lo intentó seguir con un movimiento tosco y lento, como a quien le pesan 69 minutos de partidos.
Forcejeando, pero sobre todo con el arco y Julián Álvarez entre ceja y ceja; Lio siguió. Al borde del área chica, lo salió a cortar el paso Dejan Loven, para bloquear un eventual disparo. El mejor del mundo, en lugar de patear al arco, soltó el pase al centro del área. Ahí esperaba Julián Álvarez, solo y con el tiro cargado. El paseo de Messi a Gvardiol fue completo, con final feliz.
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A la final
Con el jugador récord y emperador Lio Messi, quien concentra el poder de la Scaloneta; una autoridad que supo consolidar durante el mundial; un Julián Álvarez goleador y convertido en el mejor socio del 10; un Enzo Fernández brillante y de clase mundial; una defensa férrea y consolidada, en cualquiera de sus modelos (defendiendo con 4, 3 o 5); y una experiencia lograda en base a finales y mucha fortaleza de equipo; la selección argentina alcanza su sexta final de copa del mundo.
Como en 1930, 1978, 1986, 1990 y 2014; Argentina sigue invicta en las semifinales, habiendo ganado todas las que jugó en esta instancia mundialista. El rival que enfrentará en la final saldrá el último campeón del mundo, Francia, o la revelación del mundial, Marruecos.
La final será el domingo 18 de diciembre, a las 12:00 de Argentina / 16:00 de Italia, en el estadio Lusail Iconic Stadium de Qatar. El mismo en el que se jugó Argentina 3 – 0 Croacia.
